The Boys are back nos cuenta los problemas de Joe Warr para cuidar a su hijo después de la muerte de su mujer de cáncer. Warr es un famoso periodista deportivo que hasta el momento no se había preocupado de la casa ni de cuidar de su hijo más allá de jugar alguna tarde por el jardín. Además de cuidar a su hijo, tendrá que cuidar a su otro hijo de un matrimonio anterior al que abandonó a los 6 años, que ha venido de visita. Así pues el padre y los dos hijos harán sus propias reglas, unas reglas en las que reina el caos y el “di que sí”. Esa filosofia de familia es insostenible y habrá un momento que tendrá que replantearla.
Por el primer tráiler y la sinopsis puede parecer una tv-movies de las tardes de Antena3. De esas que compiten con los thrillers cutres de Telecinco donde la mujer siempre lucha para hacer justicia o busca o protege a su hija. Y básicamente es eso, su guión no es original, y siempre sigue el esquema que tiene que seguir. Padre que no sabe cuidar a sus hijos à periodo de anarquía en casa à suceso “traumático” à el padre se replantea lo que ha estado haciendo e intentará poner orden en su vida y en la de sus hijos.
Aunque el tema está muy visto, el guión es muy simplón y se la puede acusar de machista, la película se deja ver. No dura demasiado, es mejor que Grace con John Cusack y está mínimamente pasable si no te la miras con expectativas.
El problema es que se nota demasiado que esta película es un vehículo de lucimiento para Clive Owen. Después de haber hecho muchas películas de acción algunas mejores que otras, y el personaje de cabrón en Closer, tenía que tener su papel dramático. Para que mientras lo viéramos pensáramos “ohh que bien se emociona que creíble”. No es que actúe mal, lo hace bien. Yo siempre lo he considerado un buen actor que no acaba de saber elegir bien los proyectos, como tantos otros. Su actuación es el pilar de la película, pero no tendría que ser todo tan evidente. Los demás actores se limitan a compartir plano con él, estar a su altura.
Aun así el film posee una bonita fotografía de los paisajes australianos y una buena banda sonora. i la correcta y en algunos momentos elegante dirección de Scott Hicks, que se tendría que plantear volver a hacer productos a la altura de Shine, también ayuda a The Boys Are Back a desmarcarse algo más que un telefilm barato.
Como conclusión una película simple, previsible y vista que la fotografía, la banda sonora y la interpretación de Owen la salvan del telefilm de tarde.
Nota: 5’5/10
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