miércoles, 14 de octubre de 2009

Ágora


Ágora la nueva película de Alejandro Amenábar suponía muchas cosas. Por un lado la demostración que en España se podían otras películas diferentes a las tv-movies históricas cutres y las películas de tetas y culos, de tríos, de adolescentes drogados… Suponía el retorno detrás de las cámaras de Alejandro Amenábar, un tipo que se le considera como una de las promesas o ya no tan promesas del cine español, y una de sus mejores apuestas. Con un estilo menos personal que Pedro Almodóvar, y también por qué no decirlo más comercial, tiene a gran parte del público español en el bolsillo y sabe que muy probablemente su película será éxito en taquilla patria.

El proyecto de ágora, una película sobre Hypatia una astrónoma del siglo 4 después de cristo, atea, creiente en la filosofía viviendo en medio de una lucha entre cristianos y romanos y judíos era muy interesante. Y se hacía más interesante cuando Rachel Weisz una de las mejores actrices y con más proyección que hay actualmente en activo se metía en el proyecto interpretando a la protagonista. Pero ya en los primeros trailers, la película no parecía que fuera todo lo bueno que se podía esperar, y tristemente esta sensación se ha confirmado una vez acabada de ver la película en la sala del cine.

En un principio Amenábar quería hacer una película sobre astronomía pero finalmente acabó haciendo una película sobre el fundamento religioso y las luchas por la supremacía de una sola religión en este caso el cristianismo. El problema no es tanto la historia como el tratamiento que hace de ésta. Hypatia en lugar de ser en todo momento protagonista, se deja en un segundo plano, todo segundo plano que pueda dejarse a la gran protagonista de la película, y en lugar de optar por mostrarnos toda esa lucha desde los ojos de una atea amante de las estrellas usan un personaje, Davos, un esclavo de la astrologa que una vez libre se convierte al cristianismo proclamando su fe ciega. El problema es que Davos es un personaje muy contradictorio, y sus cambios constantes y su mirada confusa nunca te resuelven si realmente es consciente de las atrocidades del cristianismo y está a favor si simplemente es venganza a Hypatia y si es así donde está su amor hacia la astrónomo que mostró en los primeros minutos de metraje… De esta manera toda la trama de la astrología parece bastante alejada, solo relacionada con la trama de las batallas religiosas mediante ese desenlace (la acusación de brujería de Hypatia por larte de los cristianos). La parte de la astrología está rodada con pasión, el problema es que sabiendo que nos contaban algo que todos hemos estudiado y sabemos perfectamente el resultado lo podrían haber hecho de manera que captara más el interés, sin hacerlo tan evidente (por ejemplo antes de saber lo del elipse… enfocan al cono ese de madera en todas las secuencias de Hypatia…)


A Amenábar se le pueden achacar muchas cosas sobre esta película porqué verdaderamente no ha sido lo esperado, pero no se le puede negar su atrevimiento y su empeño en intentar hacer una superproducción española y compararla de tú a tú con una americana. La ambientación y el vestuario están muy logrados y no tiene nada que envidiar con ninguna película de temática historia americana. La banda sonora, aunque simple, tampoco está nada mal. El problema es que flojea en todo lo demás: La película resulta demasiado fría, nunca te acabas de creer los sentimientos que despiertan unos en otros porqué en nungún momento transmiten. Realmente parece seamos seres totalmente distintos y no es así. Y menos si pretenden plasmar un tema tan actual como es el fundamentalismo religioso. Pero el hechos es que ni los actores son capaces de hacer sentir un ápice de sentimiento (SPOILER ni siquiera se inmuta una cuando matan a Hypatia FIN SPOILER). El film además abusa del google earth y la repetición planos con la maqueta… las peleas y batallas son demasiado parecidas. Eso ralentiza el ritmo del film.

Últimamente parece que tenemos que sacar los trapos sucios del cristianismo y si sacamos a la luz todas las injusticias que hicieron durante su historia, tendremos el favor del público. Yo me considero atea, pero una cosa es criticar e ir a lo fácil y la otra es profundizar sobre un tema muy interesante. Ágora se queda en lo primero. Esquematiza los bandos rivales: cristianos contra romanos y cristianos contra judíos, todos son malos y todos quieren dominar al pueblo. ¿La pregunta sería como consiguió que todo el público se subordinara si empezó como una minoría?

Interpretativamente todos están muy correctos, pero por desgracia no hay ninguno destaca ni hace un GRAN ACTUACIÓN. Los que destacan más quizás serían Ashraf Barhom que interpreta a Amonio porque tiene un personaje de fanático religioso muy agradecido y Rachel Weisz que hace lo posible por componer una Hypatia decente. Después los otros tres protagonistas Max Mighella como Davos, Rupert Evans como Synesio, y Oscar Isaacs como el prefecto romano, correctos sin más, quizás les va el puesto un poco grande.


Como conclusión, puede sonar a tópico, pero verdaderamente a Alejandro Amenábar se le queda grande una película histórica. Aunque tiene muchos fallos y para mí es muy muy flojita, no se le puede negar su empeño ni sus ganas.

Nota 4’5/10

1 comentario:

  1. No acabo de estar de acuerdo contigo...obviamente no me parece una gran película, porque no lo es...pero tampoco mala.
    Creo que su gran fuerza está en el retrato de los cristianos como fuente de intolerancia y de hipocresía.
    De acuerdo en la frialdad, que nos desconecta de casi todo, pero has de pensar que la protagonista es una mujer y en aquellos momentos no eran demasiado bien vistas de forma que es normal lo que los personajes desprenden hacia ella.

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