viernes, 11 de marzo de 2011

Tangled (Enredados)

Después de la buena acogida que recibió el año pasado Tiana y el Sapo, Disney ha decidido volver a competir con la animación de Pixar y de Dreamworks. Eso se nota al ver Tangled (Enredados) una revisión del cuento de Rapunzel, da la sensación que a diferencia del tímido y expectante regreso con Tiana y el Sapo, aquí han decidido echar toda la carne al asador, volver a hacer una película a lo grande. Eso sí, renovando un poco la historia made in Disney.

Tangled (Enredados) nos cuenta la historia de Rapunzel, una princesa con una mágica cabellera, que es raptada por la malvada Gothel una mujer sin escrúpulos capaz de todo para conservar su juventud. Mientras Rapunzel sueña con salir de la torre, aparece Flynn Rider un intrépido ladrón. Los dos tendrán que superar una carrera de obstáculos para cumplir sus sueños.

Esperaba encontrarme con el segundo resurgir de Disney, y las críticas leídas en internet y los comentarios con amigos así lo presagiaban, a todo el mundo le había convencido. Bien, a mí no. La película parece aspirar a convertirse en una comedia para todos los públicos tipo Adam Sandler; un taquillazo, y realmente lo consigue. Tangled (Enredados) no es nada más que una comedia tonta, estúpida, plana. El encanto del producto Disney por excelencia desaparece para dar lugar a una película con un ritmo rapidísimo, con un montaje a base de saltos de planos muy poco apropiado.

El guión tiene agujeros, más de los que suele tener una película de animación para todos los públicos pero destinada principalmente a los niños. Cuesta creerse que por iluminación la protagonista se dé cuenta que es la princesa perdida.

Paradójicamente aunque todo el mundo proclame que Disney vuelve con su técnica tradicional, no es así. En primer lugar prescinde de la animación tradicional 2D de toda la vida, para intentar competir, con poco acierto, con una animación más cercana a Pixar e incluso a Dreamworks que a la factoría de Mickey Mouse. El único elemento verdaderamente loable de la película y que destaca por encima de todo el producto es la banda sonora de Alan Menken. Menken, nombre asociado siempre con Disney, no falla y nos regala una vez más una banda sonora muy buena.

Incluso los protagonistas son poco carismáticos. La protagonista si hubiera sido a imagen real bien hubiera podido ser una Hannah Montana encerrada en una torre (más quisiera la humanidad). El personaje de Flynn Ryder por su parte se nos presenta como un chico simpático pero con pocos escrúpulos cuyo único objetivo es hacer dinero y vivir bien; hasta que conoce a Rapunzel claro.

Como conclusión, estamos delante de una pobre apuesta por parte de la Disney que sigue sin aclararse. Si apostar por historias sencillas pero bien contadas, con esa sensibilidad propia que parece que hace años que ha perdido; o decidir competir con la mayor modernidad en materia de animación (un objetivo muy muy complicado). Decepcionante.

Nota: 3’5/10

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