
State of Play nos presenta un thriller con tintes dramáticos. La historia de intriga sobre un periodista, Cal y un congresista, Stephen Collins que fueron compañeros de piso durante la universidad. Los dos se ven envueltos en casos de unos asesinatos sospechosos. Stephen Collins es un congresista que se embarca en una lucha legal contra una multinacional. Todo el terreno ganado hasta entonces en la investigación se va al traste al morir su compañera de trabajo con la que también tenía una aventura extra-matrimonial. Esto, llega rápido a manos de los periódicos y su reputación queda en entredicho. Paralelamente Cal, un periodista cansado de las noticias de siempre empieza a investigar un asesinato. Pronto, mientras la directora del periódico y una jóven reportera con muchas ganas intentan persuadirlo para que hable sobre su amigo y excompañero de piso, se darán cuenta que ambos asesinatos están relacionados. De esta manera, Cal y la joven periodista emprenderán una aventura, una investigación para sacar a la luz la verdad. Una verdad que no gustará a todo el mundo, una verdad que sacará lo mejor y lo peor de cada protagonista.
Sin ser un argumento demasiado original si que consigue ser narrado con coherencia y sobriedad, y con una puesta en escena más que correcta, hecho que ayuda al resultado final. La película va de menos a más, in crescendo, siempre va hacia arriba, hacia mejor. Poco a poco van hilando los hilos y vas descubriendo quien es quien en esa sarta de mentiras y de poses. Sin muchas escenas de acción, pero sí bien escogidas y bien puestas en momentos claves consigue su proposito, mantener el interés hasta el final. Hay que reconocer que el final es quizás un poco previsible, porqué por donde te llevaba la película, solo podía acabar de esta manera. No es original, pero no nos engañemos, funciona y tampoco nos sentimos estafados/as ni nada por el estilo.

Interpretativamente todos están en su sitio. Russell Crowe destaca por encima de todo el reparto, quizás porqué tiene más papel, o quizás porqué es un gran actor y lo vuelve a demostrar (aunque lo prefiero con unos quilitos de menos). Ben Affleck no lo hace mal cumple sin más, pero podría haberle dado más personalidad al personaje, pero no pidamos peras al olmo. Helen Mirren y Rachel McAdams son la voz de la experiencia y directora del periodico, y la joven periodista alocada con ganas de cubrir una gran noticia. Las dos haciendo un buen trabajo en este inevitable contraste.
Como conclusión una interesante propuesta, una película sobre periodismo de investigacion que sabe mantener la intensidad y la tensión lo justo para no tener demasiados momentos lentos sin que avance la trama, ésta avanza lenta pero segura. Quizás un pelín previsible este final, pero está bien llevada en general. Aun así no puedo evitar pensar como hubiera sido la película con Pitt-Norton, y con un pelín más de ritmo.
Nota: 6
