miércoles, 2 de febrero de 2011

También La Lluvia (2010) La película española más ambiciosa

Hace casi un més de su estreno y de que servidora fuera al cine a ver la película También La Lluvia de Icíar Bollaín, la película en la cual los académicos españoles confiaron para que se colara dentro de las 5 nominadas a mejor película extranjera en los Oscars. No ha sido así, pero este año nos da igual, Bardem está nominada y Biutiful como fue rodada en Barcelona nos la hacemos nuestra... somos así. Pero volvamos a También la Lluvia...

El film nos cuenta la aventura de un equipo de producción español que llega a Cochabamba (Bolivia) para rodar una película sobre la llegada de Colón en América. Delante del proyecto están Sebastián, un director joven e idealista y Costa un productor al que solo le preocupa el dinero. Después de unos primeros días de rodaje duros, se desata la Guerra del Agua, un conflicto en el que los autóctonos lucharán contra el gobierno para evitar la privatización del agua.

Simplemente leyendo la sinopsis podemos deducir sin estrujarse demasiado el cerebro que toda la película es un paralelismo entre el tema de la película que se rueda en Cochabamba y lo que pasa realmente. Podría haber sido más complejo, no dejarlo tan evidente, pero como mínimo es sincera desde el primer minuto. Aun así, hay que reconocer que Bollaín es valiente al aceptar un proyecto que muestra sensibilidades megalómanas y que se puede considerar como una gran película española en lo que se refiere a medios y también al argumento. La película pretende comerse el mundo, convertirse en un gran espectáculo. No de casualidad se fija en otra cinta megalómana de los últimos años. Hablo de Fitzcarraldo de Warner Herzog y protagonizado por el excéntrico Klaus Kinski. Es inevitable en algunas escenas no ver el paralelismo que parece haber en todo momento entre la realización de la megaproducción metafílmica de Cristóbal Colón y la creación de una opera en el amazonas que quería Brian Fitzgerald.

El problema es que la película padece un problema más grave que el hecho de que muestre todas sus cartas en la sinopsis. Al acabar de verla, casi todas las actuaciones y la cuidada fotografía y la sobria dirección de Bollaín te transmiten una extraña sensación de artificiosidad. Todo parece demasiado falso. Bollaín nos está contando su película y nunca mejor dicho, pero no acabas de empatizar del todo. Eres demasiado consciente que estas delante de una película y nunca te deja entrar. Solo dos actuaciones 100% sinceras, la de Juan Carlos Aduviri mantiene el interés de la película y se convierte en el pilar donde se puede sustentar un film que aspiraba a ser muy grande, tenía elementos para serlo, pero que al realizarse se ha desinflado, y la de Karra Elejalde que se convierte en el español más cuerdo y lógico.

La descripción de los personajes es un punto a favor de la película. También la Lluvia puede estar orgullosa de haber creado un grupo de personajes diferentes cuyos comportamientos te ayudan a mostrarte los entresijos de una película, aquello que no vemos. Pero por otra parte, algunas reacciones parecen forzadas, como el cambio repentino y sin demasiada evolución psicológica de Costa; o el hecho de que la obsesión por la película pueda cegar a Sebas un director idealista que defendía los derechos de los indios colonizados pero no puede entender a los bolivianos en la Guerra del Agua.

Interpretativamente Luís Tosar interpreta a Costa. Tiene la responsabilidad de saber que es el protagonista de la historia y aunque hace una buena actuación, solvente y seria creo que está lejos de su mejor interpretación. Gael García Bernal interpreta a Sebas, un personaje que al principio parece que va a tener mucho protagonista y poco a poco se va apagando. El tapado y el que se come a todo aquel con quien comparte plano es Juan Carlos Aduviri que interpreta a Daniel un boliviano que consigue un papel en la película para interpretar a Hatuey el jefe de los indígenas americanos. Muestra una actuación con carácter potente y sincera que se convierte en lo mejor de la película. Karra Elejalde interpreta a Antón, un actor en horas bajas que interpreta a Colón. Elejalde muestra aquí una vis cómica que personalmente desconocía y rápidamente empatiza con el público por mostrarse cercano y lógico en sus decisiones. Además el film está lleno de secundarios de lujo como Raúl Arévalo, Cassandra Ciangherotti, Carlos Santos, Dani Currás y Vicente Romero entre otros.

Como conclusión una película que aunque está dirigida con sobriedad y valentía por parte de Icíar Bollaín no muestra lo que prometía... o como mínimo no lo muestra de la manera magistral que se podría haber hecho a pesar que bebe de grandes película y ejemplos. Aun así, técnicamente poderosa y unas buenas actuaciones salvan al película. ¿La mejor española del año? Creo que no, pero sí que es la más ambiciosa, aun así Pa Negre y Balada Triste de Trompeta la superan.

Nota: 6/10

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