lunes, 9 de noviembre de 2009

Celda 211, se hace lo que se puede y más.

Tras la decepción de Ágora, el nuevo film de Alejandro Amenábar… para mí estaba muy por debajo de lo esperado sobre todo la historia y su desarrollo, pensaba que no habría ninguna película más española que pudiera mantener el tipo. Pero después de un par de críticas positivas que se llevó Celda 211 me entró la curiosidad. Y puedo decir con la cabeza muy alta que Celda 211 es de momento el film español del año. Es verdad que he visto poco cine español este año y los anteriores pero lo cierto es que una vez terminada la película se te queda un buen sabor de boca y unas sensaciones muy satisfactorias.

Celda 211 es el nuevo film de Daniel Monzón. El que fuera director de La caja Kovak se centra esta vez en un drama carcelario con grandes dosis de acción. El film se centra en un motín en una cárcel estatal. Y el film se dedica a mostrar como simple espectador las reacciones de unos y otros. Durante el motín, Juan Oliver, un funcionario que estaba de visita el día antes de empezar a trabajar como guardia de seguridad, se queda dentro de la cárcel. Desde fuera, el director de la cárcel y los jefes intentarán sacarlo de ahí y solucionar los problemas lo antes posible. Pero poco a poco se les irán complicando las cosas, nada saldrá como se esperaba y las consecuencias serán terribles.

Fuera de España la película pasará totalmente inadvertida o desapercibida. Y es que se nota cuando uno es Amenábar o Almodóvar y cuando no, sobre todo en temas de distribución y buenas críticas. Si Amenábar se afrontaba el reto de hacer una película histórica en condiciones y lo llamabas valiente. Hay que quitarse el sombrero ante Monzón. Películas del género carcelario hay muchísimas y la mayoría de ellas de gran calidad. Así sin pensar me vienen a la cabeza: The Shawshank Redemption, El expreso de medianoche, Le Trou, la Milla Verde, Pena de Muerte, en el nombre del padre, fuga de Alcatraz, el hombre de Alcatraz... Los medios que tienen unos y otros no tiene nada que ver, por tanto no serían justas las comparaciones. Y eso se nota en la puesta en escena. Pero parafraseando al protagonista de la película “se hace lo que se puede y más”. Y sin ser visualmente brillante consigue mirar de tú a tú a cualquier película carcelaria.


Aunque en todo momento bebe mucho de los clichés de las películas de este concreto subgénero cinematográfico, también tiene una serie de puntos en los que se distancia y hace de la película, un film único. La típica de relación de amistad entre los presos, el nuevo y el jefe, no es como las de las demás películas. Es una relación mucho más jerarquizada, aquí no hay amistad sincera, ni confesiones entre ellos. Aquí uno quiere mandar siempre, no quiere perder su poder ante los demás presos, y el otro siempre está a la expectativa. Solo en los momentos finales parece verse una cierta relación e amistad sincera.

La historia tiene mucho potencial y este se va subministrando a base de pequeñas dosis muy controladas. Dejando de lado los tópicos que ya he comentado que están presente, cumple a la perfección su cometido. Nos da lo que promete: acción y además construye una historia muy muy convincente. El film no nos da un respiro, la acción es constante: al centrarse solo en el motín, lo tiene muy fácil, la historia en sí pasa en poco tiempo y no da lugar a ningún momento lento, pesado ni banal. Por otro lado el guión nos presenta una historia sin fisuras. Un guión que a parte de contarnos una historia también consigue una sólida crítica al gobierno, a esos que afirman que con el terrorismo no se pacta, pero que por otro lado es capaz de sacrificar la vida de un funcionario a cambio de mantener en vida a tres presos Etarras. Y es que estos siguen teniendo mucha influencia, trato distintivo...

Las interpretaciones es otra de las grandes bazas que tiene el film. Luís Tosar se transforma en Malamadre. La conversión es total y brutal. Una de las interpretaciones del año y la mejor a nivel español... la pregunta del millón es ¿será reconocida su actuación en los Goya?. Sea como sea Tosar vuelve a demostrar que es uno de los mejores actores españoles en la actualidad, solo hace falta verlo en películas como Te Doy Mis Ojos dónde también da toda una lección. Malamadre es el que mueve los hilos, todos los planes tienen que pasar por la aceptación del preso, el tiene la última palabra. Toda maniobra pasa por él y su visto bueno. Alberto Amman tiene un regalazo. Un papel donde puede demostrar de lo que es capaz. Un personaje (Juan Oliver) que va in crescendo hasta el clímax final. No desaprovecha la oportunidad. Antonio Resines está magistral. Demuestra que es tan bueno en drama como en comedia, nunca encasillado sorprende a propios y extraños con la interpretación de un personaje contradictorio aunque previsible y construído a base del cliché del policía cabrón. A parte de estas tres interpretaciones, el film cuenta con multitud de secundarios, con actuaciones correctas. Algunas más afortunadas que otras. Algún personaje secundario me sobra, no sirve para nada y molesta cada vez que aparece en pantalla (sí, me refiero al yonki que no vocaliza en toda la película...).

Como conclusión recomendar a todo aquel que no la ha visto y tiene la posibilidad que no lo dude... que se va a llevar una grata sorpresa. De momento el mejor film español del año.

Nota: 7'5-8 /10

3 comentarios:

  1. Pues te voy a hacer caso porque es una peli que espero desde hace tiempo. Esta semana la veo fijo.
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Con esta ya van como 6 o 7 críticas positivas que leo de esta peli :O

    La veré ni bien pueda, aunque no pinta para llegar acá me parece (Los Abrazos rotos recien ahora está en cartelera)

    Saludos!

    ResponderEliminar
  3. no sé, ni con tu recomendación me apetece, a lo mejor en casa...

    ResponderEliminar

Project Mayhem En Twitter