Esta es una de esas películas que recordaré toda la vida, que la miraré como mínimo una vez al año. Es una de mis películas favoritas, una de las idas de olla más bien plasmadas al cine, pastada dialogo por diálogo de la obra de Chuck Palahniuk, el artífice del 40 % por ciento de lo que ha quedado como una obra maestra, una película de culto, dejando el otro 60% a manos del gran director David Fincher y el elenco protagonista (Brad Pitt, Helena Bonham Carter y Edward Norton). Como todas las películas de culto, se han ido forjando con el tiempo... necesitan un periodo para pasar del absoluto fracaso en taquilla al interés por todos los aficionados del cine hasta que el paso de los años ya la ha puesto en su lugar. ¿Porqué en su día fue un fracaso? Todo un misterio... quizás demasiada atrevida... decia demasiadas verdades... o las escusas de que era demasiado violenta...
Si miras un poco más allá del título y la trama, ves que el club de la lucha no es más que una crítica a la sociedad actual. A toda la sociedad y en todos los aspectos, los que se ven a primera vista son los económicos, este afán para tenerlo y poseerlo todo, ir a la moda y chulear delante de los amigos/compañeros, el consumismo compulsivo, el capitalismo... Eso se ve perfectamente en las escenas del principio donde el personaje de Edward Norton nos enseña su piso y se ve todo los precios (reales) de los objetos que tiene del Ikea. También se aprecia una crítica sobre la humanidad sobre el creernos que somos superiores y mejores que los demás y al final como dice textualmente el guión del film solo somos la mierda danzante del planeta (o algo así) somos tan insignificantes que necesitamos llamar la atención para sentirte bien y explicar los problemas, necesitamos esa atención, que te hagan caso y que hagan ver que lo que te pasa es muy fuerte. Y llegamos a la conclusión que solo nos hacen caso cuando nos ven en lo peor, enfermos o a punto de morir. En la película esto último lo exageran en el momento en que nuestro protagonista necesita ir a terapias de grupos (de enfermos de cáncer de todo tipo) para llorar y sentirse querido. También el necesitar tener la sensación de seguridad, sentir que podemos controlarlo todo y que no nos puede pasar nada malo, véase la escena del folletín de avión...El film y Chuck Palahniuk nos ofrecen una salida como pudieran ser otras para hacernos sentir vivos, y tocar fondo para volver a levantar el vuelo desde otra prespectiva, y esta no es otra que el instinto masculino, es decir, arreglarlo todo a base de peleas, luchas y ostias. Por tanto el club de la lucha en sí, el proyecto caos y todo ese apartado solo es el medio que usa el autor para llegar al fin deseado. Y como si no hubiera bastante con eso, la película empieza y acaba de forma perfecta, si
hasta los creditos del principio se tienen que ver de forma detallada.
Las actuaciones sobresalientes, un Edward Norton sobresaliente que se sale en cada careto que pone y que la escena en que lucha consigo mismo es realmente acojonante, un Brad Pitt que como siempre es grande por saber escoger sus papeles y brodando su papel de Tyler Durden, y una Helena Bohnam Carter que disfruta como pocas en papeles extravagantes (como en Sweeney Todd) y que al final te das cuenta que es la única "normal" de toda la historia. Y con algún que otro personaje secundario como Meat Loaf, un tierno hombre con pechos que padece cáncer de testículo.

