miércoles, 14 de marzo de 2012

El Niño de la Bicicleta (Le Gamin au Velo)



Con El Niño de la Bicicleta, la que escribe este blog descubrió el cine de este par de hermanos franceses. Los Dardenne solo me sonaba el nombre y un fragmento de El Hijo que me habían puesto en primero de carrera en la asignatura Introducción a la historia del cine, sin que éste me despertara demasiado interés. Después de leer buenos comentarios sobre El Niño de la Bicicleta decidí verla. El Niño de la Bicicletas me descubrió un cine que tenía aroma a Truffaut, con personajes complejos e historias sencillas, no al revés como suele ser normalmente.

El Niño de la Bicicleta nos cuenta la historia de Cyril Catoul un niño  que vive en un centro de acogida soñando que pronto su padre vendrá a recogerle como en un principio le había prometido o como mínimo le llevara su bici. Después de semanas sin saber nada sobre su padre, y que no le conteste el teléfono, Cyril se escapa del colegio y va a su casa. Perseguido por los servicios sociales, se esconde en una consulta médica donde conoce a Samantha una peluquera que espera visita. Tras ese primer encontronazo Cyril verá en Samantha una aliada para salir del centro de menores y poder buscar a su padre; y Samantha verá en Cyril, un chico falto de cariño.
 
Esta película, como todas las de los hermanos Dardenne consigue una muy buena historia con pocos elementos bien unidos. Es una historia muy sencilla sobre la necesidad de ser querido. La bicicleta de Cyril se conviert en un mcguffin de libro. La bicicleta es la atención, el cariño que le falta al hiperactivo y energético Cyril. Es la figura paterna o materna que necesita. El minimalismo, esa cámara al hombro que se sitúa justo detrás del protagonista y lo acompaña por todo lo que éste pasa vuelve a dotar de realismo máximo esta historia de los Dardenne.

Los hermanos Dardenne se vuelven a rodear de un gran grupo de actores que han estado en la mayoría de sus películas además del joven Thomas Doret y Cécil de France. Los hermanos franceses hacen como siempre una gran labor de dirección de actores. Thomas Doret encargado de dar vida a Cyril Catoul consigue ser ese animal moribundo que se mueve y se empeña en sobrevivir cueste lo que cueste. Un nervio hiperactivo que solo necesita comprensión. Hoy en día, en los que aparecen tantos niños prodigio americanos con tantas tablas, alegra mucho ver a un niño cuya actuación se aprecia verdaderamente genuina. Doret está acompañado por Cécil de France, la actriz que ya apareció en Hereafter de Clint Eastwood vuelve a acentuar en esta ocasión su faceta bondadosa, una cara amable para el espectador y para el joven Cyril. A los dos protagonistas les acompañan Jérémie Renier, Fabrizio Rongione y Oliver Gourmet tres intérpretes fijos en la filmografía de los hermanos Dardenne, que en muchos casos parecen retomar esos papeles de las películas anteriores, pues tienen un perfil de personaje muy parecida.

El niño de la bicicleta es una película humilde, simple, valiente, optimista, realista. Sin grandes artificios los hermanos Dardenne consiguen transmitir una historia humana y vital.

Nota: 8/10
 

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