
Como ya sabréis, a principios de este mes de junio, mientas me mataba a estudiar, dejé de ver películas. Pero no podía estar más de dos días sin ver nada de calidad así que decidí empezar a ver una serie: In Treatment (En Terapia). No me acuerdo como acabé conociendo el nombre de la serie, supongo que buscando series que duraran media hora el capítulo, y vaya serie me he encontrado: una maravilla. Leí en un comentario sobre ella que esa serie mejor verla a poco a poco un capítulo al día, pero aunque lo intenté, una vez acabada la selectividad no me pude resistir a aumentar el ritmo. Hasta antes de ayer que acabé de ver la primera temporada.

A priori una serie que tiene como decorado prácticamente fijo dos habitaciones tiene poco atractivo. Las mismas cuatro paredes, la misma estantería con sus libros, la misma mesilla... los viernes hay un pequeño cambio de decorado, cambiamos de casa, pero aun así cuatro paredes y dos sillones... Ese decorado fijo implicaba que no había acción, ni explosiones, ni asesinatos, era una serie que apostaba por mostrar la vida real. Había un gran peligro

In Treatment es una acurada radiografía a una sociedad actual, que aunque cada vez parece ser más y más liberal, muchas personas se ven oprimidas por sus familiares, por hechos dramáticos del pasado que les atormentan y nunca llegan a esa esperada libertad. Unas personas que bien podrían ser nuestros vecinos, personas que si bien no son como tú, es imposible no sentirte identificado/a en ciertas conversaciones. Unas

La serie se sutenta por un magnífico guión que sin ser original y sin querer ser la quinta esencia consigue emocionar y sonar real, sus cambios de temas a lo largo de las sesiones de terapia no se ven forzados, en ningún momento tienes la sensación de que han metido un tema con pinzas, un guión en que las palabras tienen la misma fuerza que las miradas y los gestos... El otro factor que sustenta y eleva la serie al nivel de las mejores son las actuaciones, todas y cada una con más y/o con menos protagonismo, están simplemente perfectos, un reparto coral donde todo el mundo demuestra de que es capaz. El maestro de la función es Gabriel Byrne que interpreta a Paul Weston. Después de convertirse en un secundario de lujo y teniendo en su haber buenas interpretaciones como las de Miller's Crossing y Spider entre otras, encuentra en su alter ego Paul Weston el papel de su vida. Perspicaz, atento, directo, claro en sus decisiones y sus reflexiones sobre los problemas de sus pacientes pero totalmente confuso, lento y sobrepasado en los problemas personales con su mujer, Laura la paciente que está enamorada de él... porqué aunque vea muy claro el diagnóstico de los demás ha perdido el rumbo de su vida. Michelle Forbes interpreta a su mujer. Una mujer fuerte que le reclama más atención hacia ella y hacia sus tres hijos: Rosie (Mae
Whitman), Max (Max Burkholder) e Ian (Jake Richardson). Melissa George interpreta a la visita de los lunes a Laura una seductora y guapa doctora enamorada de Paul. No os voy a engañar si esta historia es la que me ha gustado más, una mujer que intenta desarmar al psicólogo mientras este intenta refugiarse en su cara más analítica. Ella es también la encargada de dinamitar la serie cuando lo necesita. Blair Underwood interpreta a Alex, un piloto que después de matar a unos niños en Iraq y dado a que no tiene ningún sentimiento de culpa decide ir a ver a Paul. Un tipo perfeccionista que ni permite que nadie vea sus sentimientos, la historia más triste más dura, el personaje que más cambia, el más radical e impulsivo pero seguramente el que más ha sufrido. Mia Wasikowska, próxima Alicia del proyecto de Tim Burton interpreta a la gimnasta promesa olímpica que después de un accidente es obligada a ver a Paul para que le haga un informe diciendo que no se intentó suicidar, pero el motivo concreto es solo el preludio para unas intensas terapias. Embeth Davidtz y Josh Charles interpretan al matrimonio Amy y Jake dos personajes totalmente opuestos que cualquier pretexto les sirve para criticarse uno a otro. Ella una ejecutiva, él un escritor de canciones. Estilos de vida opuestos, opiniones opuestas... lo único que tienen en común es el amor que sienten uno por el otro, ¿pero será suficiente?. Por último tenemos a Dianne Weist interpretando a Gina, el contrapunto de Paul, otra visión de los mismos hechos, una mente que solo interpreta lo que escucha. Ella se ha llevado la mayoría de premios, porqué hace una interpretación espectacular, aunque los demás también se merecen reconocimientos, porqué si no estuvieran todos al nivel que están esto no hubiera funcionado.


Nota: 9'25/10