lunes, 27 de abril de 2009

El Político, cuando la honestidad pierde ante el anhelo de poder

Si en The Hustler fue el perdón de Rossen, El Político (All The King's Men) fue el acto de rebeldía que llevó a su director a ser obligado a declarar delante el Comité de Actividades Antiamericanas.

¿Por qué se enfadó tanto McCarthy & company esta película? Muy sencillo, porqué Rossen y el reparto hace un duro, crudo y real retrato de la corrupción política de los años 50 en USA y porqué ellos mismos se dieron cuenta que el film tenía mucho en común con la política que McCarthy y sus secuaces ejercían.
Durante toda la película asistimos al cambio, a la degradación de un hombre honrado que cree en sus ideales y que tiene buenas y sinceras ideas para ayudar al pueblo en el que reside pacíficamente. Un hombre que al provar el poder que puede llegar a abarcar, es incapaz de renunciar a éste, y será capaz de hacer todo lo que está en sus manos para mantenerlo.

El film empieza con un periodista Jack Burden que es enviado a un pequeño pueblo para investigar sobre un hombre, un político honesto, donde vive una especie en peligro de extinsión. Al llegar al pueblo se nos presenta al hombre en cuestión: Willie Stark haciendo un discurso en la plaza del pueblo. Después de alguna disputa policial, el periodista y Stark se conocen. Es entonces cuando vemos a un hombre totalmente humano, que se preocupa por los demás, que quiere mejoras para su pueblo, para los pobres, en definitiva ese político ideal que intentan ser todos los políticos. Un hombre que ama a su familia, un luchador, un hombre que no se pone límites, optimista y que cree en lo que dice. En poco tiempo Willie y Jack trabaran una bonita amistad. Años más tarde, cuando Willie trabaja de abogado, hay un accidente en el pueblo y éste se da cuenta de que Willie Stark es mucho más que un idealista. Willie Stark es el hombre que necesita el pueblo. Viendo esta reacción en cadena del pueblo, los políticos intentan engañar al ingenio Stark para repartir los votos de la oposición. Al darse cuenta de que habían jugado con él, empezó su cambio radical. Poco a poco fue aprendiendo de ese mundo sin escrúpulos, sin juego limpio, ha aprendido jugar su juego, ha aprendido como moverse por ese mundo corrupto, esos círculos políticos... Una vez gana unas elecciones y llega al poder ya no lo dejará más... En este punto el film coge una fuerza, un fuerte ritmo, y la trama como el protagonista entra en una espiral de autodestrucción donde todos los valores que antes se defensaban se convierten en una apología a la corrupción y a la maldad. Su único objetivo es conseguir más votos. Con él, todas las personas próximas: Jack el periodista, su familia.... La vida de Willie Stark se convierte en una suma de excesos que lo acaba convirtiendo en una persona desquiciada que recorre a todo tipo de métodos para evitar escándalos.


El punto más interesante de esta película es precisamente esa evolución del personaje principal, que seguramente no difería demasiado de esos políticos americanos de los años 50 en plena Guerra Fría. Unos políticos que llegaron a prohibir la libertad de expresión y usaron con facilidad el chantaje...

El artífice que hace memorable este film es la actuación de su protagonista Broderick Crawford, que hace un impresionante trabajo que en ocasiones está en ese límite invisible de la línia de la sobreactuación. Crawford está bastante bien secundado con John Ireland y Joanne Dru.

Como conclusión, ésta es sin duda una de las mejores películas que ha hecho Robert Rossen, aunque en mi opinión no llega al nivel de The Hustler (El Buscavidas). Donde el director nos hace una crónica de un fracaso anunciado, de la corrupción política y de la deshumanización del ser humano.

1 comentario:

  1. tengo que verla, me a interesado esa historia, de como un politico, un politico!! puede cambiar asi.

    En cuanto a McCarthy, tambien le toco las narices a Chaplin, llegandole a desterrar de los Estados Unidos.
    Tambien por sus politicas peliculas.

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