viernes, 11 de diciembre de 2009

What Just Happened

¿Qué es exactamente un productor? ¿A que se dedica? Es solo el que pone el dinero o en cambio tiene poder para modificar ciertos aspectos de la película que no le gustan. ¿Es el que tiene que ir detrás de ciertos actores para que estén ahí cuando deben? ¿Es el que se pone medallas cuando la cosa va bien y el que recibe los peores palos cuando van mal?... Sinceramente no sé exactamente cuál es la función del productor, más allá de financiar un proyecto, supongo que dependerá de si tiene mucha influencia o no. Por ejemplo si el productor es Clint Eastwood y te da 4 o 5 consejos/obligaciones tú a callar y a cumplir, pero si es un simple empresario que prueba suerte en el mundo del séptimo arte, poco tendrá que decirte más allá de alguna manía y/o deseo personal.

What Just Happened, un film dirigido por Barry Levinson te introduce en ese complicado mundo. Ben es uno de los 50 productores más famosos de Hollywood. Sus semanas son “muy duras”, y su trabajo consiste sobre todo en no perder el dinero invertido. En ese momento trabaja con un joven director europeo, un rarito con muchos humos, o un director íntegro que se niega a que le cambien una escena del montaje final de su película, depende de como se mire. En la proyección pre-postproducción, el público ha salido muy descontento y el productor y su compañera Lou le obligan a cambiar el final si quiere que su film inaugure el festival de Cannes. Un film que cuenta con la presencia estelar de Sean Penn. Paralelamente el productor tiene otro rodaje a punto de empezar en el que todos los problemas vienen por la larga barba que se ha dejado Bruce Willis y los quilitos de más, que se niega a cortarse. El productor no solo es productor, también tiene una familia a la que atender. Por un lado su primera ex mujer con la que tiene una hija adolescente a la cual no acaba de entender y a su segunda ex mujer con la que aun comparten cierto cariño y amor con la que comparte dos hijos pequeños.


El film nos cuenta en un ritmo frenético el día a día del productor, como si hiciera muchas cosas, cuando en realidad viven muy bien. La película tiene muy claro cuales son sus bazas y como jugarlas. Ese cinísmo e ironía en cubierta del personaje, ese montaje para presentar a un personaje agobiado mientras unas asiáticas le masajean los pies… ya querríamos la mayoría de nosotros estar en su situación. Pero precisamente al mostrar ese cinismo en algunas situaciones hace que al acabar la película nos demos cuenta que falta mucho trabajo. Que aunque el personaje protagonista cae en gracia, en ningún momento ataca verdaderamente al mundillo de hollywood con fundamentos, para explicarlo de alguna manera no es comparable con Thank You for Smoking... nunca llega a hacer una crítica en cubierta con muy muy mala leche.

Paralelamente la película hace una demostración clarísima de la dicotomía entre el cine europeo y el americano, y más concretamente en la manera de ver cine en Europa y en América. Mientras que en el nuevo continente desprecian de manera contundente el film ficticio, en el viejo continente aunque no hay una opinión mayoritaria y muchos de ellos lo abuchean, también hay aquellos que salen convencidos de haber visto un film diferente, valiente y atrevido (motivo principal por el que se metió Sean Penn).

Interpretativamente la película está bien. Se sustenta gracias a una buena actuación de Robert De Niro que aunque no está al nivel de sus grandes papeles, véase Erase una Vez América o El Padrino, está intentando salir de esos papeles insulsos en comedias tontorronas que últimamente no ha parado de aceptar y hacer. En sus gestos, miradas y acciones puedes ver perfectamente a un directivo ejecutivo, un tipo con mucha pasta que como si apostara al mejor caballo tiene que tener ojo para saber que película tendrá éxito. Catherine Keener vuelve a ejercer como secundaria de lujo, y aunque al principio parece que va a aparecer bastante en pantalla, acaba relegada en un segundo o tercer plano de la acción, una pena. El director tiene un papel con demasiado cliché, director europeo neurótico (no, no puede ser?.. los americanos son unos flipados y los europeos unos tirrias)… demasiado “loco”, y aunque su actuación no es mala, esos clichés disminuyen la calidad del film. Robin Right Penn interpreta a la ex mujer del protagonista que se debate entre perdonarlo y volver a vivir juntos a seguir su vida por caminos separados. Este punto para mí es el más flojo, una relación que no acabas de ver nunca, quizás porque tu subconsciente cinéfilo te dice que Right Penn es la mujer de Sean Penn que también sale, quizás simplemente porqué no tienen química, quizás porqué la historia no está del todo desarrollada…

Como resultado vemos una película fresca, inteligente, con puntos mejores que otros, que sin ser una gran película si que es interesante. No llega al nivel de El Juego de Hollywood con Tim Robbins, pero resulta entretenida. Pero excesivamente blandita, y eso hace que pierda la oportunidad de hacer un film crítico al estilo gracias por fumar que sería mucho más interesante.

Nota: 5’5/10

2 comentarios:

  1. Jej, te ha salido una muy buena crítica Gine. Contundente y veraz.
    Desde luego tengo ganas de ver esta peli, mas ahora que me estoy leyendo un estudio sobre el cine como negocio... a ver que tal!
    Ya solo por el espectacular elenco merece la pena!

    Saludos!

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  2. Tres cosas:

    1) La primera crítica detractora que leo sobre este filme. Muy buena tu nota.

    2) Quiero ver "Thank you for smoking"!! jaja

    3) Yo no quiero que me masajeen los pies unas asiaticas :S jeje


    Saludos!!

    Te espero comentando en la crítica de "The Final Destination"!

    PM

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