viernes, 2 de diciembre de 2011

A Dangerous Method (Un Método Peligroso), Encorsetado Cronenberg


A Dangerous Method es la nueva película del director canadiense David Cronenberg. Este blog esperaba con muchas ganas la película por varios motivos: un buen reparto (sobre todo masculino), un tema muy interesante (el psicoanálisis) y un director que tiene sus más o sus menos pero siempre logra transmitir algo interesante.
A Dangerous Method nos habla de la relación de Jung con su mentor Freud y con Sabina Spielrein, paciente, amante y compañera de profesión de Jung. El film se centra en como Jung, seguidor del psicoanálisis pone en práctica los planteamientos teóricos de Freud y como siente la necesidad de expandir y variar sus teorías. Paralelamente, se sentirá atraído por su nueva paciente Sabina Spielrein quien sueña con ser médico y posteriormente psicoanalista; y tendrá que decidir si romper las barreras éticas, o mantener la cordial relación médico-paciente.

El film nos habla del deseo, de la represión, de la sexualidad, de la competencia, de la rivalidad, de mentores y pupilos. Todo eso en base en un guión muy hablado, quizás demasiado, donde la información obvia te la repite demasiado y los temas interesantes parece pasárselos de forma rápida como quien no quiere la cosa. Un guión que se centra demasiado en la relación entre Jung y Sabina sin sacar todo su jugo; y se deja sin explotar la relación Freud-Jung, relación mucho más explosiva.

El guión no es el único elemento del que adolece la película. Las actuaciones son desiguales. Viggo Mortensen es el único que convence en todas sus intervenciones. El actor lo vuelve a conseguir, vuelve a esconderse tras el personaje que interpreta y muestra un Freud creíble. Hace que su personaje sea interesante en las pocas intervenciones que tiene a lo largo de la película.  El peso de la película recae sobre el personaje de Jung interpretado por Michael Fassbender. El actor del momento interpreta con una frialdad casi extrema a su personaje hecho que cuesta ver su evolución. Vincent Cassel vuelve a convencer interpretando a Otto Grass, una intervención corta pero catalizadora e importantísima para el posterior desarrollo de la trama. Por último, esta Keira Knightley quien a pesar de que en los primeros minutos sufrimos por su mandíbula, casi parece que quiera sentarse a nuestro lado para ver la película, se esfuerza en la creación de sus personajes y a pesar de las pequeñas sobreactuaciones cumple. Knightley muestra otro registro bastante alejado de lo que nos tiene acostumbrado y demuestra que puede cambiar. El gran problema interpretativo es la falta de química entre Fassbender y Knightley, no hay culpables, simplemente no funcionan como pareja. Y si no te los crees, la película pierde muchos enteros.

La película es una lógica evolución de la filmografía de Cronenberg, quién obsesionado con la psicología de sus personajes empezó a mostrarlo en cambios físicos de la carne (en sus primeras películas) para madurar y ofrecernos unos cambios más internos (Una Historia de Violencia y Promesas del Este). Aquí se atreve con una historia “real” con personajes reales, una producción de época. Quizás por la falta de costumbre parece por momentos un poco desubicado, y va encerrando los personajes en largas conversaciones. La dirección no es todo lo fluida que podríamos esperar de Cronenberg quien parece algo encorsetado. Aun así, de camino a casa, la película ha permanecido en mi cabeza, buena señal. Creo que con el paso del tiempo, si se revisa se redescubrirán pequeños matices, pequeños detalles (en las conversaciones Freud-Jung) que a causa de un guión denso que por momentos no acaba de decir nada, no se pueden apreciar demasiado.

Como conclusión podemos decir que la película posee una premisa interesante y un planteamiento interesante, pero que poco a poco vemos como se va por el camino equivocado a pesar de que nos regala destellos y momentos visualmente e interpretativamente poderosos. La falta de química entre Fassbender y Knightley no ayuda, sobre todo teniendo en cuenta que Cronenberg y el guinista Christopher Hampton apuestan por poner como gran pilar de la película la relación entre Jung y Sabina.

Nota: 7/10

Project Mayhem En Twitter