
La primera colaboración acabó convirtiendose en Una Historia de Violencia, con la que tuvo buenas críticas, pero también malas. Personalmente creo que ni tanto ni tan poco. Es un buen film con sus
golpes de efecto, pero bastante irregular donde Cronenberg hace un estudio de la violencia, y de lo escondida que puede estar.

Pero en mi opinión, donde esa colaboración se "graduó" fue en Eastern Promises, Promesas del Este. Aun me acuerdo cuando fui al cine. Miramos la cartelera y no había nada que nos convenciera, y casi por eliminación entramos a ver Promesas del Este, y salí realmente satisfecha, fue una gran sorpresa...


Con esta premisa Cronenberg nos relata el ambiente y el sórdido mundo en que se mueve las mafias, en este caso con Londres de escenario. Con un ritmo pausado, el director, nos va contando paralelamente, la vida de la joven que murió al tener a su hija, con la ayuda de una útil voz en off; y la vida y las complicaciones de Anna al intentar traducir el diario de la chica. En cierta manera, continua el tratamienta de la violencia dado al
film anterior (Una historia de violencia) en que incluso el más inocente, "bueno" se ve arrastrado a ella y es capaz de matar. Se nota que a Cronenberg le gusta enseñarnoslo pues no trata nunca de esconder esa violencia, sino que la muestra sin tapujos y con crudeza.

A la historia ayuda mucho los personajes, todos muy bien definidos, y magnificamente interpretados, hacen de este film uno de los mejores del año pasado, aunque su premisa no es muy rebuscada. Viggo Mortensen hace un papelón poniéndose en la piel de Nikolai, un ambiguo "chofer" del que nunca sabes lo que realmente quiere, y de cual es su objetivo. Sin duda fue la mejor actuación del pasado año junto con Daniel Day-
Lewis en Pozos de Ambición. En la sombra de Viggo está otra gran actuación que fue menos reconocida es la de Armin Mueller-Stahl interpretando al patriarca, un hombre con buen gusto, agradable que lleva un bonito restaurante, pero que detrás de esa apariencia esconde muchos secretos y trapos sucios que tiene. Vincent Cassell también hace una buena interpretación, haciendo de Kirill, alocado hijo del patriarca que se siente muy unido a su chofer Nikolai. Por último Naomi Watts interpreta a la comadrona que nos da un respiro dentro de la oscuridad de esos barrios de Londres, para darnos un poco de esperanza.

Para el recuerdo quedarán escenas impactantes como la lucha en los baños turcos o cuando corre la sangre...
Como conclusión una muy buena película de obligatoria visión donde Viggo Mortensen hace un papelón...

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