domingo, 13 de diciembre de 2009

The Límits of Control, sobrepasando los límites de mi paciencia

Sé que Jim Jarmusch no es un director fácil, que hace un cine diferente, y que no es de gusto de todos. Es más a mí flores rotas me había parecido flojita, aunque Coffe & Cigarettes me había parecido un ejercicio de lo más interesante. The Limits of Control me ha dejado una sensación desconcertante. ¿Qué es lo que he visto exactamente? Aun no lo sé. Lo que tengo claro es que no me ha convencido. Y eso que ya estaba avisada… varias críticas que alertaron y me lo dejaron muy claro. Si no te gusta Jim Jarmusch no te va a convencer la película, pero yo ilusa de mí pensé que no sería para tanto, que sería una película no comercial más con algún vició de su director.

Un hombre se reúne con un par de hombres. Estos después de una serie de frases metafísicas, le da unas instrucciones muy precisas. A partir de ahí nuestro misterioso, silencioso y anónimo protagonista se instalará en Madrid. Allí irá cada día a tomar dos expressos en dos tazas separadas y seguirá las instrucciones que le proporcionarán una serie de variopintos personajes con los que intercambiará una cajita de cerillas.

Repetitiva hasta la saciedad, no sabemos en ningún momento de que va al argumento hasta el final. Y estar hora y media viendo a un silencioso protagonista yendo de bar en bar y encontrándose con personajes extraños, es difícil de aguantar. Los defensores afirman que es un viaje hacia la mente de un director tan experimental y tan peculiar como Jim Jarmusch… Mi duda es, ¿si un film como este no llevara el nombre de su director en los créditos, lo habría financiado alguien? Yo creo que no, y es que en realidad solo hace falta que hagas una primera película que destaque por algo, solo tienes que tener un nombre o un buen padrino. Y a partir de ahí siempre tendrás atención mediática, y si además tienes unos seguidores, como es el caso, mejor que mejor.

El film quiere abarcar temas metafísicos. Que pasaría si el arte, la música, la ciencia… controlara nuestras vidas sin que nos demos cuenta. ¿Seríamos capaces de matar si nos intentan abrir los ojos? Temas que son muy difíciles de pensar. Es como si fueran ideas que a uno se le pasan en la cabeza durante una hora. Seguramente la que se te ocurrió a las 5 de la tarde tendrá poco que ver con la de las 5 y media. Parece que Jim Jarmusch haya unido todas sus ideas y las haya mezclado en una sola película algo inconexa, que solo empieza, digo empieza porqué aun no la he acabado de entender, a entenderse en los últimos 10 minutos.

El film tiene un reparto envidiable nombre de la talla de Bill Murray, Gael García Bernal, Luis Tosar, Tilda Swinton, John Hurt… Lástima que aparezcan y desaparezcan en un abrir y cerrar de ojos y que nunca sabemos de dónde vienen ni a donde van. Su protagonista resulta excesivamente soso y antipático, seguramente porqué era la intención de su director que según el guión le gustan los personajes silenciosos que se sientan en un bar sin decir nada simplemente contemplando. Pero a mí no me gustan este tipo de personajes tan planos, y con tanta poca acción apunto he estado de dejar de ver la película. Quizás quería que nos ese personaje representara al aficionado que está sentado en el sofá o en la butaca del cine sin decir nada, expectante para saber cómo sigue la ¿historia?. Los demás personajes son simplemente una sucesión de variopintos personajes que hablan 5 minutos, se intercambian la caja de cerillas y se van. El único aliciente para seguir viendo el film y que impide que no te acabes durmiendo.

Como conclusión un film lento, repetitivo y aburrido, con el que no he llegado a conectar en ningún momento. Más que disfrutar ha sido un suplicio, de lo peor que he visto este año. Realmente no es para todos los públicos, es solo para fans de Jim Jarmusch los demás si no queréis ser masoquistas como yo abstenerse.

Nota: 3'5/10


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