
La película arranca durante los años 70/80 en una Irlanda del Norte totalmente dividida entre anglicanos y católicos que apoyan las actuaciones de la IRA. Una lucha armada que afecta a todos, incluso el niño que parece que esté al margen. La vida de Joe cambiará cuando verá ante sus propios ojos como un emmascarado seguidor dela Fuerza Voluntaria de Ulster mata a su hermano. Después de esa introducción, el film sufre un salto. Un Joe ya crecidito está en un coche recordando como después de la muerte de su hermano, su madre le culpó de no haber hecho nada. Una infancia llena de remordimientos, unos remordimientos que seguia teniendo en la cabeza. Una semana antes le habían llamado para concertar un encuentro con el culpable de esos remordimientos, con el asesino de su hermano, Alistair. Mientras que su vida había estado llena de sufrimientos, malos momentos, recuerdos... la vida de Alistair había sido totalmente diferente. Después de cumplir condena, decide escribir un libro hablando de su error. A raíz de ese acontecimiento se convierte en un símbolo de redención y va de sitio en sitio del país ayudando a gente a afrontar sus errores. En este contexto en que Alistair ha hecho de su error su modo de vida con muy
buenos resultados decide tener un enfrentamiento cara a cara con su propio error. Un error que siempre ha intentado esconder. Aunque en un principio parece que solo quiere ganar dinero, a medida que avanza el film vas viendo que solo tiene un miedo aterrador al ver esos mismos ojos que en una mezcal de terror, sorpresa y miedo se le quedaron fijamente presenciando cuando mató a ese chico. Por otro lado Joe al aceptar la propuesta de encontrarse con Alistair quiere sacar todo el resentimiento, toda esa rabia todas esas culpas inmerecidas.
Las interpretaciones són muy buenas. Liam Neeson como siempre es garantía de una actuación decente. Aunque en esta ocasión James Nesbitt se lo come en todos los fotogramas que comparten. Desconocía a este actor, pero si todas sus actuaciones son de éste

En conclusión no es la mejor película, pero sí es una digna película. No tendrá la mejor fotografía, se nota que está hecha con poco presupuesto, no tiene banda sonora demasiado destacable, pero a veces la sencillez como virtud destaca por encima de todos los elementos mejorables. Una de esas que un visionado no es una pérdida de tiempo, sinó un disfrute. Totalmente recomendable.