lunes, 23 de noviembre de 2009

True Blood (2a Temporada) Y aparecieron los monstruos

True Blood es una gran locura. Esto no es nuevo, si tenemos en cuenta las locuras de la primera temporada. Pero esta segunda me ha sobrepasado. Se han doblado las tramas, se han multiplicado los personajes, han dejado más en un segundo plano el amor y la pareja protagonista y se han centrado en las ramificaciones. Con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva.

Después de haber encontrado al asesino que atemorizaba Bon Temps, la vida en ese pequeño pueblo sigue adelante. La relación entre Sookie y Bill es ya sólida, el bar vuelve a ser el sitio de cotilleo y reunión del pueblo... Pero muy poco tardan los problemas en volver al pequeño pueblo de Bon Temps. Jason después de la muerte de su novia y el traumático asesinato de un vampiro, se siente solo y se acerca opeligrosamente a la hermandad del sol, una asociación anti-vampiros. Paralelamente vamos descubriendo el oscuro pasado, presente y futuro de Maryann, un personaje de lo más inquietante que poco a poco se hace con el control de todo el pueblo. Descubriendo su historia descubrimos también la de Sam Marlotte y la aparición de otro ser cambiante capaz de tranformarse en cualquier animal, al igual que Sam. Paralelamente los vampiros con ayuda de Sookie se irán a Dallas para buscar a Godric un vampiro de 2000 años de antiguedad que ha desaparecido, y se cree que lo han cogido en la Hermandad del Sol.



Si por alguna palabra se puede definir esta temporada es: locura. Maryann, un ménade, una súbdita de Dionisio (Baco) se dedica a hacer bacanales y rituales. En ellos participarán todo el pueblo y causará la locura. Su objetivo será conseguir a Sam, porque como "cambiante" es perfecto para el sacrificio. Junto con Maryann y Sam si hay alguien que ha aumentado su protagonismo ese es Eric. El Sheriff de la zona, necesita la ayuda de Sookie para ayudar a Godric, su creador. En esta segunda temporada el tema de los creadores toma fuerza. Algunos son totalmente fieles (Eric a Godric), otros han sido liberados (Bill) y otros están aprendiendo de ellos (Jessica a Bill). Eric se descubre como un personaje con mucho humor, un poco ambiguo (¿soy la única que le ha parecido raro tanta preocupación por Godric?), un poco cabroncete, pero muy divertido. Si en la primera temporada una quedó enganchada al personaje de Bill, en esta segunda William Compton pierde fuelle, y Eric lo gana, desde el primer día con el altercado con las mechas, hasta los últimos capítulos, lástima que me da la sensación que nunca acaba de ser explotado, esperemos que en la tercera temporada sí lo esté.


Los 12 capítulos de esta temporada se centran basicamente en dos tramas, la búsqueda de Godric y los rituales de Maryann. Personalmente creo que la de Godric podría haber dado mucho más de sí, y hacen muchos prólogos y contexto para acabar muy rápido, demasiado con el tema, dejándonos con la sensación que el capítulo 8 o 9 son de lo mejorcito de la temporada. En cambio, la serie finalmente decide usar la trama de la ménade como principal, y acabar con un capítulo muy interesante pero sin vampiros de por medio casi, y si tenemos en cuenta que la serie se llama True Blood, porqué es lo que beben, o tendrían que beber, los vampiros resulta un poco extraño.

Todo el reparto que protagonizaba la primera temporada, vuelve a repetir en la segunda. Anna Paquin interpretando a Sookie, Stephen Moyer a Bill, Sam Trammell a Sam, con un aumento considerable de protagonismo, Ryan Kwanten interpretando a Jason. Después hay un grupo de protagonistas los cuales sus personajes pierden fuelle, entre ellos Tara (Rutina Wesley). Y otros que se convierten en personajes que dan mucho más juego que en la temporada anterior. Es el caso de Chris Bauer que interpreta a Andy Bellefleur y Alexander Skarsgard que interpreta a Eric. Mención especial se merece Michelle Forbes, la encargada de interpretar a Maryann Forrester, la mujer con problemas matrimoniales incapaz de entender a su marido Paul en In Treatment se transforma aquí en una terrible, sádica criatura capaz de sacrificar a quien sea como objeto de culto para su dios Dionisio, realmente da yuyu con solo mirarla.


Como conclusión me parece muy interesante la sutil manera en que trata el racismo, en lugar de blancos contra negros o cosas similares, usa a los vampiros como parásitos de la sociedad que se tiene que eliminar. Aunque como este tiene puntos muy interesantes, creo qu esta segunda temporada pega de excesiva en muchos términos.

1 comentario:

  1. Si hay una serie que me atrapó por lo loca es True Blood, es tan desconcertante a veces que uno quiere más nomás para ver en qué papilla terminará. La seunda temporada es cierto, me quedé con más ganas de Goldric porque tanta importancia le dan, tanta transformación finalmente siente en esos 2000 años de cansada "vida" que terminarlo así tan rápido para mi fue error.
    Eric para mi gusto tiene más fuerza como personaje que Bill, pero tan loca quedé con querer saber como sigue la cosa que me conseguí los libros! jeje.
    Sookie, eso sí, es insoportable! insufrible, da pavura pensar en que como es la heroína nunca la sacarán de la tira...uff

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