jueves, 19 de abril de 2012

This Is Not A Film


Tengo la extraña virtud o defecto de empezar la casa por el tejado. No es la primera vez ni será la última que veo una película de un director del que no había visto nada y solo me sonaba el nombre y que tras los créditos pienso que esa es como la película que resume su trayectoria o que hace referencias a otras películas y que mi percepción de ella se va a quedar algo coja. Con This is Not a Film de Jafar Panahi me ha pasado algo parecido.

This Is Not A Film (Esto no es una película) nos cuenta la situación de arresto domiciliario que vive y vivirá durante 6 años rompiendo la otra parte de su condena, los 20 años sin poder ejercer su trabajo de director de cine, con la ayuda del documentalista Motjaba Mirtahmasb. Narra las acciones de un día normal, su desayuno, sus llamadas telefónicas a familia y abogado y la visita de Mirtahmasb.

La película, o la no película  con un objetivo documentalista, recoge unos cuantos momentos del director en su casa, de forma pretendidamente arbitraria y sincera. Como todos los documentales y de forma mucha más directa que la película buscan ese pacto de verdad con el espectador. Personalmente me cuesta creer en ello en algunos momentos concretos, porque inevitablemente todo lo grabado ha pasado un sesgo en el montaje. Aun así Panahi se ve sincero al igual que sus pocos co-protagonistas como son el documentalista Mirtahmasb y el chico que recoge las basuras quien sirve de colofón y de impulso a la historia.

El director, actor y víctima Jafar Panahi mezcla escenas totalmente arbitrarias y cotidianas como dar de comer a Iggy, la mascota de su hija, mirar las obras de delante de su piso… con conversaciones sobre su situación, sobre la espontaneidad de la dirección cinematográfica; y sobre el hacer cine en Irán con un resultado de lo más curioso. Huelga decir que no es una película, como bien indica un título que no engaña a nadie. No es una película para todos los públicos. En el preestreno gratis de mi universidad más de 10 personas han desertado hacia la media hora de metraje. Pero particularmente me ha parecido una reflexión interesante sobre la persecución ideológica y sobre la creación cinematográfica.

Todo este retrato tiene doble mérito debido a las dosis más o menos intencionadas de humor. Una fina ironía que tiñe toda la película, que quita el dramatismo de la situación que sin duda está ahí y a veces parece mucho más grave de lo que quiere admitir el propio Panahi; y que tiene el punto culminante en unos títulos de crédito impagables.

This is Not a Film es un experimento, un grito que a veces se ve tapado por las comodidades que le rodean en su casa, pero al fin y al cabo un grito de ayuda por parte del director iraní Jafar Panahi.

Personalmente solo me queda poner manos a la obra y ver su filmografía para conocer más a fondo no solo su tragedia, sino también sus méritos cinematográficos.

Nota: 7/10

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