miércoles, 3 de septiembre de 2008

"Qué Bello es Vivir", gracias por recordárnoslo Mr. Capra

It's a Wonderful Life (Qué bello es vivir) podríamos afirmar sin miedo alguno a decir y elevar el film a la categoría de obra maestra, que perdura a lo largo de los años y que no caduca ni pierde a lo largo de ellos.

Mucho se ha discutido que si Capra es un buen director que si no... Yo no entiendo lo suficiente, y igual no es comparable con un Hitchcock o con un Kubrick o con quien sea, pero lo cierto es que Capra no es manco. Sí que se sirve de historias sencillas, pero sabe venderlas, que no es poco, y al final crea pequeñas historias inolvidables como ésta.
Qué bello es vivir gira en torno a George Bailey, un joven que por circunstancias varias, nunca ha podido cumplir un solo sueño, ni siquiera salir de su pequeño pueblo Bedford Falls. Bailey se ha pasado toda la vida sacrificandose por el pueblo y por sus seres queridos. El problema aparece cuando después de acomular problema tras otros, se le cae la vida que ha vivido llegandola a despreciar, pensando en suicidarse. Para evitarlo, aparece un ángel Clarence que le enseñará que aunque él no lo crea es imprescindible pare que el pequeño pueblo de Bedford Falls siga su curso.

Capra nos plantea esta historia como una fábula, como una historia que tiene un claro mensaje, como esos cuentos que te ccontaban antes de ir a dormir en los que aprendes que no tienes que hablar con desconocidos, no te tienes que entretener por el camino... solo que en este caso aprendemos a valorar lo que tenemos, que ciertamente es el bien más preciado, la vida. A lo largo del film, vamos simpatizando cada vez más con un protagonista magistralmente interpretado por James Steward que ya de pequeño salva a su hermano y pierde la capacidad auditiva de una oreja, después salva al farmaceutico de lo que podría haber sido un error fatal, se sigue sacrificando por su hermano quedándose a trabajar en la pequeña empresa de préstamos que tendrá que sacar a flote después de la crisi económica, también ayudará a muchos habitantes de Bedford Falls a vivir en una casa digna... Mientras tanto él, irá perdiendo la esperanza de salir de ese pequeño pueblo, de hacer nuevos proyectos, de ir de luna de miel con su esposa, de soñar con la universidad... A priori parece que aunque no consigue nada de lo que tenía previsto, vive una vida feliz, hasta que llega a un punto que no puede más. Entonces baja un ángel para recordarle lo importante que es la vida, todo lo que tiene, que no es poco, porque aunque lo que le falte sea dinero y deba una cantidad grande, es rico en muchas otras cosas: tiene unos hijos maravillosos, una mujer encantadora que le quiere, un heroe de la guerra en la familia, su hermano, y todo un pueblo que lo quiere con devoción. Frank Capra nos muestra un tierno y sentimental drama que sucede en fechas navideñas, nunca mejor para realzar la amistad, el amor, la familia por encima de cualquier cosa material como es el dinero. Acabando esta sencilla pero emotiva historia, que por cierto bebe mucho de la literatura de Dickens, con un final inolvidable de esos para gastar un paquete de kleenex, pero no precisamente por tristeza, sinó por lo buenas que podrían a llegar a ser las personas, y el optimismo que destila toda la obra de Capra, culminando precisamente en el final de este film.
A parte de James Steward encarnado al protagonista George Bailey de manera magistral, creando a un personaje totalmente transparente, que cuando está feliz se le ve feliz y cuando está desesperado, se le nota; que todo lo que hace es porque lo siente, que se sacrifica porque quiere a todos los habitantes del pueblo que tanto dice odiar, pero que al fin y al cabo es de las cosas que más quiere. En el film también destacan las actuaciones de Donna Red, interpretando a su mujer Mary, que es la mujer optimista que necesita George Bailey, la que siempre le da esperanza, la que siempre está a su lado para todo. El reparto lo completa Lionel Barrymore interpretando a Potter, el empresario que le hace la vida imposible y le presiona para cerrar la pequeña empresa familiar.
Como conclusión, para mí un peliculón, con un estilo y una premisa sencilla, sin dar vueltas, pero clara, directa que te muestra todo lo bueno de la vida, un canto a la vida y a la esperanza perfecto para verla en época navideña.

1 comentario:

  1. cada vez que veo esta pelicula me emosiono tanto que tengo un nudo en la garganta, no solo por enseñarnos a valorar nuestra existencia sino tambien porque Donna Red en su interpretacion de esposa, es sin uda el estereotipo de la mujer ideal que uno desearia tener. Tienes un blog muy interesante. Saludos

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