sábado, 4 de octubre de 2008

Pena de Muerte - Dead Man Walking


Pena de muerte es una película dirigida por Tim Robbins y protagonizada por su mujer Susan Sarandon y Sean Penn. Cuando uno ve estos tres nombres juntos, ya se puede esperar que como mínimo la película será reivindicativa, política y crítica. El matrimonio y Penn siempre han aparecido en multitud de ocasiónes criticando duramente el sistema político americano. Y en este caso tal y como dice el título hacen un alegato contra la pena de muerte lleno de argumentos y coherencia. Aunque esa faceta de "revolucionarios" a veces los hace llegar a extremos... y ya se sabe que todos los extremos son malos, hablo por el hecho de que Sean Penn sea tan amigo y tan íntimo de Fidel Castro. Después de este pequeño apunte, vamos al grano, que la película es mucho más interesante.

El film era el segundo proyecto de Tim Robbins como director. El primero fue Bob Roberts (Ciudadano Bob Roberts) una crítica con muy mala leche a la lucha por el poder político haciendo de candidato a la presidencia. Y en pena de muerte hace un alegato en contra la pena de muerte absolutamente razonable que supongo que EEUU no se la ha mirado demasiadas veces...

Dead Man Walking, en España Pena de Muerte nos cuenta la historia de un joven, Matthew Poncelet (Sean Penn), que es acusado de doble asesinato y condenado a pena de muerte. Matthew Poncelet encuentra apoyo curiosamente con una monja (Susan Sarandon). Entre los dos personajes surgirá una compenetración, un entendimiento y unos sentimientos que a priori una nunca se esperaría que apareciesen. Poncelet lo tiene todo en contra y la única que le intenta creer es una monja que cree en la bondad de las personas y que todas merecen el perdón. La religión se vuelve rápidamente en motivo tanto para condenarlo como para salvarlo de la muerte inminente. Unos alegan que se aplique la ley de Talión: ojo por ojo, diente por diente, sacado del antiguo testamento con ese dión vengativo a la vez que bondadoso; mientras que la monja se coge al nuevo testamento declarando que Jesús y diós son capaces de perdonar a todos. Todo esto ante la mirada incrédula de Matthew Poncelet que primero se lo toma sin muchas preocupaciones haciéndose el fuerte, pero a medida que el día se acerca, él se vuelve vulnerable, débil y necesitado. Robbins nos acerca al mundo donde personas se dedican a encadenar, a inyectar la inyección letal con una frialdad digna de la que deben de tener dichas personas para ser capaces de hacer el último paso, para matarlo. Una persona culpable de asesinato o no, no se merece que le maten a sangre fría. En el film vemos una cosa cada vez más rara en el cine actual, se valora muchísimo la vida, en la mayoría de películas que nos abundan en la cartelera, hay muertes que se superan en diez minutos. En este film la vida es prácticamente lo que más se valora, porque ciertamente es lo único que tenemos, o que sabemos seguro que tenemos. La película también hace una dura crítica a la organización, a la justicia americana que con dinero y un buen abogado puedes salir de cualquier situación pero sinó estás condenado. Dicha justicia está descaradamente encarada a la aceptación de la pena de muerte, cuando te condenan no hay vuelta atrás... El film también intenta hacer un acercamento a las familias que quieren hacer justicia con la pena de muerte, pero esos personajes quedan un poco alejados a excepción del sr. Delacroix que con esa mirada final sabe que eso no servirá para paliar el dolor de la muerte de su hijo.

Interpretativamente hablando Susan Sarandon consigue algo muy dificil de hacer, humaniza a una monja. Una monja no es un personaje que atraiga a la gente, pero en este caso, Sarandon crea a la monja como una persona normal, próxima, transparente, con sentimientos, caritativa, insegura, con problemas...gran trabajo de la actriz que le sirvió para ganar el Oscar. Sean Penn también hace una muy buena interpretación por la que acabas compadeciendote, y te invade una gran tristeza al ver el cruda y real final; el actor recibió una nominación al Oscar por su trabajo, pero el Oscar se lo acabaría llevando Nicolas Cage por Leaving Las Vegas.

Tim Robbins recibiría también una nominación al Oscar a mejor director en la que es su mejor película dirigida...

Por último destacar también la banda sonora con varias canciones del duo Eddie Vedder y Nusrat Fateh Ali Khan, Johnny Cash y una gran canción del Boss (Bruce Springsteen) titulada igual que la película Dead Man Walkin' que recibio una nominación al Oscar a mejor canción. La banda sonora recrea a la perfección un ámbiente triste premonitorio de la tragedia que está a punto de suceder, porque la vida de una persona es demasiado importante para que otros te la puedan quitar...

Gran película donde uno puede ver que todos somos humanos, asesinos o no y que nadie merece la muerte, y que matarlo sería hacer lo mismo que han hecho ellos... y entonces donde está eso de predicar con el ejemplo...

Bruce Springsteen - Dead Man Walkin'


1 comentario:

  1. Sean Penn es un actor muy interesante, con una postura definida que seguramente alimentará insidias en quienes lo evitan, justamente porque los confronta con sus debilidades, que son análogas al poderoso pero débil edificio político económico del sistema actual. Recomiendo ver una de sus mejores actuaciones en SWEET AND LOWDOWN, esta vez dirigido por el desadaptado genio de Woody Allen.

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