sábado, 24 de marzo de 2012

My Week with Marilyn, las rubias no somos tontas


Curioso el fenómeno metacinéfilo que ha aparecido en algunas de las películas más reconocidas por los premios. Primero fue la francesa The Artist, después fue la película de Scorsese La Invención de Hugo y ahora estamos ante My Week with Marilyn. Las tres con resultados e intenciones bastante diferentes, pero no deja de ser curioso que sea cine que habla del cine.

My Week with Marilyn como reza el título trata sobre la figura, o mejor dicho, el mito de Marilyn Monroe. Nos cuenta desde el punto de vista de Colin Clark un chico de 23 años que a través de su padre, un “lord” inglés consigue meterse en la producción de “El Príncipe y la corista” como tercer asistente de dirección. La película dirigida por Lawrence Olivier supone la primera colaboración entre éste y Marilyn Monroe, estrella de cine a nivel mundial, que trabaja por primera vez en Inglaterra. Colin poco a poco y gracias a su sinceridad se ganará la confianza de Monroe quien a pesar del éxito y de ser querida por todo el mundo se siente sola e insegura.


La película acierta de lleno con un punto de vista, naif, ingenuo. Una mirada pura, la del joven Colin Clark que encuentra en cada tarea relacionada con la película por insignificante que sea una aventura y una oportunidad única. A partir de esa mirada vemos las personalidades de Lawrence Olivier y de Marilyn Monroe y los choques entre sus caracteres. Estos choques y esa manera diferente de actuar se resume perfectamente en la frase del propio Colin: Olivier quiere ser una estrella del cine pero es un gran actor. Mientras que Marilyn es una estrella y quiere ser una gran actriz.

Aun así, la película no se centra tanto en la disputa y los choques entre dos personajes sino en la enigmática y contradictoria personalidad de Marilyn Monroe. Por suerte, la película no es en ningún caso un biopic, y se centra en un acontecimiento dentro de la vida de la estrella americana. La película consigue, desde una perspectiva ingenua, acentuar esa aura entre mítica y legendaria de la actriz, haciendo hincapié que no era una actriz especialmente buena, pero su enorme presencia y su poder hipnótico era suficiente para dejar a todos los espectadores atentos.

La película planteada como una experiencia vital mezcla con acierto el drama y la comedia. Es un film cuidado, con buenas intenciones y sencillo. No tiene grandes aspiraciones, ni profundiza de forma excesiva en un elemento determinado. Como la mayoría de producciones británicas técnicamente cuidada con banda sonora de Desplat y Pope. Aun así, volviendo a recuperar el símil que hacia Colin Clark, la película no consigue ni la brillantez ni el carisma de ser una estrella, y se queda en una película simpática hecha con muchas ganas y cariño.

My Week With Marilyn deja gran parte del trabajo a un reparto que está espléndido. Eddie Redmayne es nuestro narrador y nuestros ojos en la historia. Una buena actuación para un chico que promete pero que también es verdad que en esta película no destaca. Kenneth Branagh interpreta con solvencia a Lawrence Olivier. Resulta el perfecto contrapunto a Marilyn y consigue transmitir de forma sutil, sus celos hacia ese don de Marilyn y sus enfados por la poca puntualidad de la actriz y sus repentinos cambios de humor. Por último, Michelle Williams es la encargada de interpretar a Marilyn Monroe. Williams que ya ha demostrado en muchas ocasiones que es una gran actriz lo vuelve a demostrar otra vez. La actriz vuelve a transformarse y nadie diría que es la misma actriz que por ejemplo Blue Valentine. Una de las mejores actuaciones del año que por desgracia no va a ser lo suficientemente recompensada. Williams transmite sexualidad, timidez, explosividad, inseguridad o extroversión dependiendo del momento de forma sorprendente sin caer en la burda caricatura. Les acompañan Emma Watson, Judi Dench, Dominic Cooper, Julia Ormond y Toby Jones entre otros.

Como conclusión My Week with Marilyn es una buena película, un peldaño inferior a las mejores películas del año; pero aun así una película simpática y sincera sobre el poder magnético de un mito como fue Marilyn Monroe en la gran pantalla y su enigmática y contradictoria personalidad.

Nota: 7/10

3 comentarios:

  1. La personalidad de Marilyn no queda bien parada en esta película pero realmente parece ser que era así por lo que sabemos de ella: insegura, manejable, depresiva, olvidadiza... tierna.
    Williams hace un gran trabajo en este dificil personaje pero a mi me ha gustado más Branagh como Olivier.
    La película se deja ver bien, sin más.
    Saludos.

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  2. Pues coincido en todo. Williams está enorme, y Branag tambien aunque dentro de su pequeño papel no lo he encontrado tan agusto como en otros.. será mi impresión.

    Saludos!

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