lunes, 19 de marzo de 2012

Intouchables



Intocable es la sensación del cine francés con permiso de The Artist. Mientras que The Artist es como el hijo bastardo francés que se ha ido a hacer fortuna en Estados Unidos de la mano de los Weinstein, Intocable se ha mantenido fiel a su país y su país ha respondido en masa haciendo de ella una de las películas más taquilleras de los últimos años.

Intocable nos cuenta la relación de amistad genuina entre un tetrapléjico millonario y su ayudante, un inmigrante negro al que contrata para los cuidados que necesita.

La premisa es terriblemente simple y para ser sinceros terriblemente vista en multitud de ocasiones. La originalidad no es su punto fuerte, pero sinceramente, ¿cuántas películas realmente originales se estrenan cada año? Muy pocas.



La historia, basada en una historia real, busca sinceridad, busca “buenrollismo”. Con una mezcla de humor cercano al absurdo y un humor negro, negrísimo asistimos a la sincera y extraña pero entrañable amistad entre dos personas que tienen más cosas en común de lo que la sociedad se empeña en creer. El drama parece escondido, pero sin embargo consigue el efecto que muy pocas consiguen. Consiguen un convincente y potente drama nada exagerado que solo sale a flote cuando es estrictamente necesario de forma muy sutil con simples miradas y conversaciones puntuales.

Para conseguir todo eso es necesario un guión muy pragmático, como diría nuestro protagonista. Y es que es como me ha dicho un amigo es una película que es un éxito y gusta a todo el mundo, desde los más jóvenes hasta la abuela (aunque curiosamente en el poster la definía algo así como un cruce entre El Discurso del Rey y Paseando a Miss Daisy). El guión está pensado al milímetro y aunque no destaca, vuelvo a repetir por la originalidad, está lleno de frescura y personalidad.


La dirección de Nakache y Toledano funciona, aunque como la película es simple y pragmática. La banda sonora mezclando música clásica y clásicos de los 80 acentúa todavía más ese juego de contrastes presente en toda la película.

El film francés es una de esas películas en las que el reparto y los protagonistas son importantísimos. Todo se resuelve en el hecho de empatizar con ellos. Si entiendes sus comportamientos, sus reacciones, sus miedos y sus deseos es imposible no pasártelo bien en la película. Omar Sy interpreta a Driss un senegalés de clase baja y de barrio que no tiene pelos en la lengua que dinamiza la aburrida y monótona vida de ricachón del tetrapléjico Philippe interpretado por François Cluzet. Sy ganó el César a mejor interpretación masculina protagonista superando, curiosamente y a priori contra pronóstico, a Jean Dujardin por The Artist. Cluzet por su parte hace para mí la mejor actuación de la película y demuestra que los gestos es una parte muy importante de la interpretación de un actor. Cluzet vuelve a demostrar que es un gran actor como ya lo hizo en Ne le Dis a Personne o Les Petits Muchoirs y está impecable. Los dos protagonistas están secundados por Anne Le Ny y Audrey Fleurot que se dedican a acentuar los momentos cómicos.

Intocable es una comedia deliciosa con un fuerte drama presentado de forma sutil. Una historia bien construida a partir de sus personajes.

Nota: 7’5

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